El sonido de las balas llenó el sótano. Skyler se hizo un ovillo y escondió la cabeza entre las manos. A su alrededor todo eran gritos, disparos, quejidos y cuerpos desplomándose.
Skyler sintió el sabor amargo del vómito en la garganta, y el temblor en todo el cuerpo. Podía escuchar los gritos de Eric llamándola, eso no podía ser una alucinación. ¡Tenía que ser él!
Gritó cuando un cuerpo cayó a su lado y la sangre corrió hasta casi tocarla. Se encogió sobre sí misma y sollozó. Ya era demasiado. Aquello era demasiado… había matado a un hombre…
No supo exactamente cuándo, pero todo aquel ruido cesó, para dar paso a un sonido sordo y hueco que la ensordecía: el de su propio corazón desbocado dentro de su pecho.
—¡Skyler! —La voz de Eric se escuchó como un