BRAD ULIBARRI

En todo lo que hablé con Montgomery hubo honestidad, al menos por mi parte. Lo que ella me dijo me hace pensar si efectivamente sea sincera o no, ¿En verdad debo ser jardinero? Además cinco hijos y un perro.

Aceptaría tener hijos, pero de ninguna manera un perro durmiendo en la cama. Conociendo a Juliette como creo que la conozco no creo que quiera una pequeña mascota, sino una bestia de gran tamaño.

Desayunamos juntos y la llevo a su apartamento. Busco mi teléfono, el que deje a propósito para que lo revise y confíe en mi, sin haber borrado ningún mensaje recibido durante los últimos meses.

-Vendré a almorzar- Le doy un fugaz beso en los labios y me voy sin permitirle hablar

Llamo a Dustin para preguntarle por perros y saber cuál podría regalarle a Juliette. No sé si juega conmigo o no cuando me dice Pitbull, San Bernardo, Rottweiler, pero presto atención. Aún así me recomendó un gato sin pelo que asegura que Juli amará. Busco en internet mientras y contemp