JULIETTE MONTGOMERY
Brad entró a mi cuarto y no se cómo lo hizo pero comenzó a tocarme e hizo más que eso. Él sabe cómo estimularme y excitarme para que no pueda decir que no. Soy débil ante las necesidades de mi propio cuerpo, lo cual me avergüenza.
Estoy desnuda debajo de su cuerpo, sin sentir vergüenza porque él placer es tan grande que opaca todo lo más. Siento su piel por completo sobre la mía y me resulta agradable su calor, pero por lo que descubriría apenas minutos más tarde se que conservar la ropa hubiese sido aún mejor que perderla.
Cuando él me gira y estoy sentada sobre su cuerpo es cuando veo sus tatuajes por primera vez, descubriendo que él y Dragón Rojo son la misma persona. Si acostarme con mi jefe de por si es malo, haber perdido la virginidad con él es aún peor.
Me quito y me cubro con la sábana. No sé que decir, mucho menos se que hacer.
-Eres Tigre, ¿No sabías que yo era Dragón Rojo?- Se acuesta debajo de la sábana como yo
-¿Cómo esperabas que lo