BRAD ULIBARRI
Juliette hoy se irá. Es una bendición que haya organizado mucho en la oficina porque yo seguiré sin secretaria como hasta ahora aguardando su regreso.
Su hermana se encuentra descansando y recuperándose, aunque no me habla. Me odia por no aceptar su renuncia o por no llorar a su lado y deprimirme por su desgracia. Eventualmente, se le pasará.
La psicóloga está haciendo un buen trabajo con ella porque continúa atendiéndola y dándole herramientas para salir de su papel de víctima. No puede estar toda la vida lamentando su mala suerte. Aún es joven y tiene demasiado por vivir.
Tengo una copia de las llaves del apartamento de Juliette y cuando he ido a ver cómo va todo, me he encontrado con desorden y con que ella se niega a comer. Aparentemente está deprimida o aún conmocionada y necesita ayuda. Tal vez solo está esperando que alguien llegue mágicamente a solucionar su vida.
¿Está bien lo que planeo hacer? No sé bien, pero nada pierdo con intentarlo.
Hice