187. COMPLACIENDO A SU LUNA
Jacking cerró los ojos por un momento, intentando contener la tormenta de emociones que se desató en su interior. Cada palabra de su Luna se incrustaba en su alma, despertándolo, alimentando a Mat, que en ese momento aulló en su mente con desbordante anhelo. Pero él debía ser el dueño de sí mismo antes que nada, por ella, por su fragilidad, por esa vulnerabilidad que lo enamoraba tanto como su fuerza.
—Voy, mi Luna —respondió con un tono ronco, cargado de emoción contenida. Sabía que no podía negarse; tampoco podía ignorar la urgencia en la voz de Isis. Su vínculo los llamaba, y él no sería indiferente a esa llamada.
No lo pensó dos veces. Se incorporó de la cama, se convirtió en Alfa Supremo y se introdujo en el momento con Ast. Allí estaba su Luna, mirándolo con ojos centelleantes de deseo. Él ol