JACKING:

Amet dejó escapar un suspiro pesado, corrió una mano por su cabello corto y finalmente se relajó un poco, aunque la tensión seguía claramente visible en sus facciones. Hablar de su mitad hizo que le brillaran los ojos.

—La fui a ver ayer porque me sentía muy mal —confesó con una sonrisa—. Ella sintió que estaba triste y se pasó tres horas haciéndome reír para alegrarme. No se cansó de abrazar a Ammyt y darle besos. Por eso, hoy me siento un poco mejor. Nunca volveré a dejar que mis emociones nublen mi mente, hermano. Te lo prometo.

Le hice un gesto leve con la cabeza, aceptando sus palabras y todo lo que ellas representaban. Lo hice levantar la vista; más que mi Beta, era mi hermano, el que siempre había estado a mi lado desde que nací.

—No tienes que prometérmelo, hermano. Lo sé, confío ciegamente en ti —dije con voz de Alfa.

Amet sonrió, pero esta vez fue una sonrisa real, profunda y llena de gratitud. Era raro ver a mi Beta bajar por completo l