JACKING:
Amanda sostuvo la mirada de Teka con curiosidad. Su postura me decía que eso había movido algo en la expresión de la mujer.
—Sí, te llamaba mamá —contestó Teka enseguida—. Antonieta es adoptada, pero le cambian el color de los ojos por su loba. Sus padres siempre la dejaban abandonada con una niñera, sola en su casa. Sufrió mucho de niña. Tú la acogiste, junto a Isis, como si fuera tuya.—¡Podemos hacer eso, mi Alfa! —se adelantó Dakarai de pronto al escuchar lo que decía Teka—. Mi esposa y yo estamos listos para esa misión que nos quieres encomendar.—¿Sí, mi amigo? —pregunté, respirando aliviado—. Gracias por aceptar. Pero queremos borrarles a las niñas los recuerdos de que fueron rescatadas por nosotros, para que no vean a sus mitades como padres y tampoco sientan que fuero