JACKING:
Ahí estaba, la pregunta que sabía que llegaría tarde o temprano. Mat se removía intranquilo, pero a la vez fuerte, como si fuera un guardián esperando el momento del ataque.
—Pues, tengo que decirles en primer lugar —comencé, midiendo cada palabra mientras los observaba—. Todos nosotros retrocedimos en el tiempo, dieciocho años.Dakarai entrecerró los ojos con un destello de incredulidad que se quemaba lentamente en las profundidades de su mirada. Su postura seguía firme, pero su semblante dejaba claro que mi revelación lo había impactado. Amonet, sin perder la compostura, se inclinó ligeramente hacia adelante, con expresión llena de incredulidad.—¿Qué quieres decir con eso, mi Alfa? —preguntaron asombrados Dakarai y Amanda.—La bruja Isfet activó la cueva milagrosa de los ancestros que permite los vi