231. EL INTERROGATORIO
AMET:
Estoy convertido, como todos los demás, en licántropo. Hemos venido decididos a imponer supremacía, y no nos iremos sin hacerlo. El Alfa Supremo sigue interrogando al Alfa Enzo.
—No sé qué quiere que diga, mi Alfa —responde con voz temblorosa.
—¿Por qué estudian en la escuela del norte? —inquirió con el mismo tono, dirigiéndose a su hijo.
—Porque es una buena escuela, mi Alfa —contesta Jack, aterrado.
—Veo que te tiene muy bien entrenado tu padre —el Alfa Supremo avanza hacia Jack, que está de rodillas, aterrorizado.
Al llegar, lo toca con el bastón en la frente. Jack comienza a gritar y retorcerse de dolor. Su lobo sale de su cuerpo. Jack mira a su padre sin comprender por qué no hizo nada para impedirlo.
—¿No vas a hablar, Jack? —le pregunta con voz de Alfa.
—¡Sí, mi Alfa, pero por favor, no me quite mi lobo! ¡No lo haga! —suplica llorando de rodillas ante él.
—Eso depende de lo que me digas —contesta el Alfa—. Te advierto, sé toda la verdad; si me engañas, no