230. DEMOSTRANDO SUPREMACÍA
AMET:
Nunca molestes a un lobo, mucho menos si es el Alfa Supremo. Desde cientos de años atrás, ha vivido impartiendo justicia y tratando de ser benevolente con todos. Le ha dado el poder necesario a cada Alfa de Alfas, en cada región y país del mundo. Pero ahora que regresó, se ha dado cuenta de que el trabajo del que se sentía orgulloso, no es lo bueno que había pensado.
Ha olvidado algo muy importante. Somos bestias, como tal nos comportamos, y hay que tratarlas. En nosotros domina la ley del más fuerte. El Alfa Supremo debe otra vez someter a todos los Alfas, que desean más poder del que les ha permitido. Por eso, está furioso, porque un insignificante Alfa ni siquiera nacido lobo, esté retándolo. No solo eso, está detrás de su preciada Luna.
La bestia en él, ruge por demostrar su supremacía. No solo es su humano, es su lobo también, llevan días sin ver a su Luna, la bestia en está descontrolada.
El Alfa Supremo aparece, ruge en medio de la plaza de la manada, lanzando el aull