Mundo ficciónIniciar sesiónISIS:
Las tres éramos lo suficientemente conscientes como para saber que, en este mundo sobrenatural, los problemas no desaparecían tan fácilmente. Y para rematar, agregó:
—La Diosa Luna sabe lo que hace.—Qué madura suenas, niña —no pudimos dejar de reír al escucharla—. Te pareces a mi mamá.Antonieta me miró de reojo, con los ojos azules como el cielo en un día claro. Pero me alegraba que ella lo tomara de esa manera. No soportaba oírla llorar todas las noches.—Deja de burlarte, Neiti —protestó Antonieta—. ¿Y tú qué vas a hacer si no es Marcus tu mitad?—¿Por qué piensas que no es mi mitad? —protestó enseguida. —Él lo es, es mío, solo mío.—Vaya —exclamé al ver su posesividad—. Llegaste molesta porque él te e






