Mundo ficciónIniciar sesiónTEKA:
Jacking toma aire y endereza los hombros; su presencia no deja espacio para discutir. Dakarai no responde inmediatamente, pero su mandíbula se tensa aún más, mientras sus ojos miran a Horacio con la intensidad de alguien que no quiere ceder.
— Amigo, lo siento —el alfa le pone una mano en el hombro—. Pero si quieres que tu hija vuelva a su forma humana, deberás dejarla con él. Ahora, debemos marcharnos. Horacio, por su parte, permanece firme pero respetuoso sin soltar a la loba Salet, acurrucada en sus brazos. No dice nada, no intenta hablar ni justificar su presencia. La mantiene cerca, acariciando el fino pelaje de su lomo con movimientos lentos que calman aún más a la loba. — Está bien. Cuídala bien, Horacio, por favor —le pide Amanda, acariciando a Salet—. Espera, te daré ropa por si regresa a su forma humana. &mda






