209. CONTINUACIÓN
ISIS:
Alexis nunca me había visto así. Deja de pelear y se acerca, me abraza. Sé que nunca me ha entendido. Siempre he sido tan recta, siempre queriendo hacer lo correcto sin que nadie me lo exija. Sé que preferiría que fuera como Antonieta o Julieta, porque según él, sería más feliz.
Me abraza con firmeza, pero esta vez no siento juicio ni frustración en su gesto, solo un calor tibio que me envuelve, tratando de calmar mi caos interno. Su aliento, pausado, acaricia mi cabello mientras murmura:
—Tranquila, Isis, tranquila… —me consuela suavemente, con un poco de incomodidad, sin saber cómo lidiar con mis lágrimas—. Está bien, cálmate, no llores más. ¿Por eso no fue Jacking a la escuela hoy?
—Dice Amet que se fue de viaje —respondo sollozando.
—Isis, de veras yo te amo —dice de pronto—. Pero me pregunto si en verdad tú eres hija de nuestros padres. Si no hubiésemos nacido juntos, lo iba a poner en duda.
Sonrío con rabia al escucharlo. Sé que es su manera de querer levantar mi ánimo, pe