NETFIS:

Bennu se acerca y se sienta a mi lado. Me mira; es tan hermoso que se me corta la respiración. Quiero volver a besarlo, pero me contengo.

—Net, yo no soy de hablar mucho —inicia a decir, mirando a lo lejos—. Nunca lo he sido, pero contigo me es fácil hacerlo. Desde que te vi la primera vez, no dejo de pensar en ti. Dame una oportunidad, Net. Por favor. ¿No te gusto? ¿Es eso? 

—No es que no me gustes, apenas nos conocemos —contesto también sin mirarlo—. Además, no me gustan los hombres que creen que pueden escoger a la mujer que quieren y que ellas van a caer rendidas a sus pies por ser guapos.

Bennu guarda silencio, y su mandíbula vuelve a tensarse, debatiéndose entre decirme algo o guardar el secreto que parece cargar. Cuando finalmente habla, su voz suena más baja, casi como un murmullo que el viento podría llevarse fácilmente.

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