JACKING:

 Ella me mira en silencio, y puedo ver  que su mente trabaja a toda velocidad. Una ráfaga de viento mueve su cabello, y el aroma dulce de su piel se entremezcla con la fragancia de las flores silvestres. Isis no rompe el contacto visual, pero hay algo en sus ojos, una mezcla de inseguridad y lucha interna que me retiene en mi lugar, como si acercarme más fuera cruzar una barrera invisible.

—No es eso… —comienza, hablando despacio, como si tratara con cuidado cada palabra—. No es que no me gustes. Es más complicado. Para ser honesta, había pensado esperar por mi mitad cuando salga mi loba. No estaba en mis planes tener otro novio que no fuera él.

—Yo también —digo de inmediato.

 Frunzo el ceño, sintiendo que mis instintos comienzan a despertarse. La forma en que lo dice sé que no se tratara de algo trivial. Mi pecho se tensa, pero decido no