100. LA CEREMONIA
JACKING:
Meryt lo sigue sin titubear mientras lo observa detenidamente. Isis, por su parte, gira una mirada insegura hacia ellos, buscando respuestas.
—¿Mi hermano viene? —pregunta Meryt al ver que no los sigo.
—Sí, es con él y Teka que van a curar a los enfermos —responde Amet con sinceridad; yo, convertido en Alfa Supremo, los sigo sin que me vean.
Amet coloca una mano sobre su cabeza y sonríe con esa tranquilidad que siempre logra transmitir, incluso en las situaciones más tensas. Isis gira la cabeza para verlo con curiosidad.
—¿Seguro, señor, que yo puedo hacer eso? —pregunta mirando a Amet—. Papá no me dijo nada sobre mis poderes.
—Sí, Isis, tú puedes —asegura Amet con una gran sonrisa—. Después, cuando termine de curar a los lobos, yo mismo las traeré a dormir. No tengas miedo, pequeña Isis. Te cuidaremos; la gran bruja Suprema y el Alfa Supremo estarán contigo. ¿De acuerdo?
—Está bien, señor. Me gusta ayudar a los demás —dice Isis, caminando de la mano de Meryt.
—Bravo, linda.