Ella
"Ella, no puedes exigir...".
Pero fulmino a Sinclair con la mirada, como si estuviera cortando el aire con la mano y sacudiendo la cabeza al darme cuenta de que él no puede escuchar lo que yo estoy oyendo.
Y lo primero que llega a mis oídos...
Es una risa.
"Muy bien, hijita", dice una voz suave