Ella
Cora se seca las lágrimas con las palmas de las manos. "Lo siento", dice ella. "Es que... me puse loca".
"La visión no fue mala", le digo, "te prometo que no lo fue. Y lo entendemos. Si hubieras salido de la ceremonia de bautizo con cara de haberte tirado a la piscina, yo también me habría vuel