Sinclair
"Sigue enfadada contigo, ¿eh?", comenta Gabriel, mirando fijamente en dirección a mi silenciosa pareja.
Ella está acurrucada en el sofá leyendo el libro de historia vanariana por el que arriesgó su preciosa vida anoche y de vez en cuando levanta la vista para lanzarme miradas vengativas.
"Puedes decir eso de nuevo". Me río sin gracia y mi lobo la contacta a través de nuestro vínculo, pero choca contra un muro de granito. Desde luego, la muy astuta ha aprendido rápido a bloquearme y