Estaba por irme a dormir, estaba molesta ya que me impidieron irme esta noche. Estaba segura que era cosa de los vampiros. Simón debería irse por una temporada a ayudar en la manada Fierse y me iba con él. Gwen no dejaba de llorar por mi partida, pero ella tenía a Daniel, que la seguía por todos lados, creo que al final podrán encontrar su final feliz.
-lista mi maleta, listas mis tareas, ahora a dormir y mañana aunque sea luchando me iré con Simón, lejos de los intrigantes vampiros-decía en voz alta. Escuche unos aullidos, pero seguro eran los guerreros que vigilaban en la noche.
Me puse la camiseta mas rota, corta y vieja que tenía, esta la dejaría luego de irme. Escuche la puerta principal abrirse fuertemente. Pero si fuera un ataque avisarían a través del link.
Para cuando la puerta de mi habitación exploto me encontraba por meterme a la cama. Solté un grito asustado, me giro y lo veo. Al muy bastardo.
Me miro de pies a cabeza y note como le tembló el labio. Su mirada era furiosa,