¡Se atrevió a besar a la mujer de Emiliano, de verdad quería morir!
—¡Prepárate ahora y te acompaño a pedirle disculpas al señor Moreno!
Al oírlo, Genimo se preocupó: —¿Crees que el señor Moreno quiere verme en este momento? Y yo no quiero morir.
Había besado a Lucía y ahora estaban en el trending por unas ambiguas fotos.
Si ahora iba a ver a Emiliano, ¿qué diferencia había con que quisiera morir?
El agente se mofó: —¿Ahora tienes miedo? ¿Y antes? Pido que hagan una aclaración, y que nos envíen un coche y vamos a casa del señor Moreno a disculparnos en persona.
Genimo frunció el ceño: —¿Tengo que ir?
—Disculparte o ser bloqueado, elige tú.
Pensaba que Genimo era listo, pero no sabía que había metido la pata hasta el fondo.
Si Genimo no fuera guapo y tuviera talento, rescindiría su contrato.
—Bueno...
Genimo suspiró desesperado.
Qué cabrón había hecho esas fotos, ¡no le dejaría marchar si le pillaba!
Justo cuando el agente llamaba ansiosamente a alguien para que se ocupara de las fotos,