—Yo... No lo sé...
De hecho, sabía que tal vez era por Lucía.
Pero no se atrevió a decirlo.
Si el agente lo supiera, quizá lo abandonaría por no atreverse a ofender a Emiliano.
Al pensarlo, le dijo: —He oído que el señor Moreno es un excéntrico y creo que le he ofendido sin querer. Lo pasará después de este período, mientras tanto participaré en los programas de variedades.
El agente guardó silencio un rato: —Ya no tenemos más remedio.
Genimo colgó, reflexionó un rato y decidió ir al hospital a ver a Emiliano y rogarle que le perdonara.
Genimo llegó al hospital a toda prisa y tras preguntar por la sala de Emiliano, su corazón latió más deprisa y sus pasos se hicieron un poco pesados.
Sabía que probablemente no le perdonaría, pero tuvo que venir por su carrera como actor.
Respiró hondo, Genimo se armó de valor y entró.
Emiliano estaba apoyado en la cama leyendo documento y cuando vio entrar a Genimo, levantó los ojos y se mostraba despreciativo.
Genimo sonrió y dijo con cautela: —Hola,