Capítulo 1498
Al oírlo, Natalie frunció los labios y dijo: —¿Qué hospital? ¿Has ido en coche? Yo te recojo.

—No hace falta, mi amigo me llevará a casa.

—Vale, cuídate.

Tina volvió a las tres de la tarde.

Al oír el ruido de un coche, Natalie que estaba leyendo un libro en el sofá del salón, giró la cabeza y enarcó las cejas cuando vio por la ventana el Cayenne negro aparcado en la puerta del chalet.

Si recordaba bien, ¿Wayne había conducido antes un Cayenne?

En el segundo siguiente, sus dudas quedaron resueltas.

La puerta del conductor se abrió y fueron las largas piernas de Wayne las que bajaron primero, seguidas de su cuerpo erguido y su rostro reconocible.

El libro que Natalie tenía en la mano cayó a la alfombra, realmente era Wayne.

Si no se equivocaba, Tina se escondía en su casa para evitar a Wayne.

Natalie se sorprendió más al ver que Wayne abría la puerta del copiloto y ayudaba con cuidado a bajar a Tina.

En los pocos encuentros que había tenido con Wayne, creía que no era una persona cariños
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