Viendo el porte tranquilo de Natalie, Mafresa no pudo resistirse a preguntarle: -Natalie, entre tú y mi hermano... ¿De verdad no hay ninguna posibilidad?
Natalie se quedó helada y luego negó con la cabeza.
-Puedo serte sincera, aún siento algo por él, pero sólo quiero vivir una vida tranquila, no quiero enredarme más con él.
Mafresa suspiró y no continuó con el tema.
-Por cierto, últimamente he avanzado un poco con mi investigación sobre la familia Aguilar, pero necesito ir a Estados Unidos, y esta vez a lo mejor consigo algo.
Natalie frunció el ceño, -Si es posible, es mejor que no vayas al extranjero. La esfera de influencia de la familia Aguilar en Estados Unidos es muy grande, y podrías estar en peligro en cualquier momento.
-Lo sé, pero esta vez puede que consiga pruebas de los crímenes de la familia Aguilar, así que vale la pena correr el riesgo, y no te preocupes, llevaré a alguien conmigo para que me proteja.
-Pero sigo preocupada, puedes comprobarlo aquí, ¡será muy arriesgado