Álvaro estaba bajo la escalera, tenía un gesto de rabia.
—¿Qué sucede, querido, no dormiste bien? —exclamó burlón
Los ojos de Álvaro miraron con rabia a Marcus.
—Supongo que no dormí mejor que tú.
Marcus esbozó una risita sarcástica
—No creo que ningún hombre en este planeta duerma mejor que yo, pero, cada uno tiene lo que merece, hijo.
Fátima apareció ante ellos.
—Estoy lista, ya quiero ver a mi nieto.
Álvaro sintió rabia, pensar que su abuela pudiera interesarse por otro nieto que no fuera él, le dolía.
Andrés se les unió y salieron de la casa.
Stella estaba tan rabiosa, recordó su plática ayer, con Álvaro, él estaba tan mal, le pidió que no permitiera que Evana y Marcus fueran felices, quería separarlos.
—Ellos lastimaron a mi pobre hijo, se unieron en su contra, ahora lo pagarán.
Stella llamó al lugar que su hijo le pidió, tenían un plan macabro que podrían en acción a partir de hoy.
En el hospital
Marcus llevó a su madre, ella y Andrés fueron los primeros en entrar.