Las luces de las sirenas parpadeaban en el horizonte cuando Victor y Elena llegaron a West End. La lluvia caía con fuerza, empapando las calles desiertas. Las ventanas de los edificios rotos reflejaban una ciudad que parecía haber sido olvidada por el tiempo. El ambiente estaba cargado de tensión, y Victor no podía sacudirse la sensación de que algo oscuro se cernía sobre ellos.
El cadáver fue encontrado en un callejón trasero, lejos de la vista de los transeúntes. Cuando llegaron al lugar, un oficial se acercó rápidamente a Elena.
—Detective, la escena es como las anteriores. Es la misma firma, y el mensaje en la pared… es claro.
Victor se acercó con cautela, mirando la pared cubierta de grafitis. Allí, en sangre fresca, estaba escrito el mismo mensaje que había visto en la escena del primer asesinato: "Sabes quién soy, Victor."
Un escalofrío recorrió su cuerpo. ¿Cómo podía saber el asesino su nombre? ¿Era una amenaza directa o simplemente un juego macabro? La conexión entre él y los