Entre la sangre y el deseo (1era. Parte)
El mismo día
New York
Alexander
Jugada arriesgada o estupidez con letras grandes. Así fue mi propuesta de un matrimonio por conveniencia con los Beaumont. Pero quise creer que era mi oportunidad para preparar el terreno con mi familia por mi relación con Claire.
Aunque, si las miradas mataran, ya estaría bajo tierra.
Nicholas se burló de mí, Elizabeth no despreció la idea, pero lanzó el nombre de nuestro hermano, y él a su vez el mío. Sin embargo, antes de que pudiera dar mi opinión, la voz de mi madre tronó como una sentencia que no admitía réplica y con eso enterró cualquier posibilidad de aceptar mi noviazgo con Claire.
Aun así, decidí presionar, esperando que viera las ventajas. Solo obtuve silencio, y esa mirada intimidante que tan bien conocía. Pero quien intervino fue Nicholas.
—Alexander, mamá no quiere discutir con nosotros sobre ese supuesto hijo ilegítimo, así que no insistas. Está cansada de lidiar con esta pesadilla-
—¿Acaso no se han dado cuenta de que sigue tomando deci