El precio de la apariencia (3era. Parte)
La misma noche
New York
Victoria
En el ajedrez, los peones son decisivos: pueden darte la victoria o arruinarte la partida. Y yo no podía permitirme que Gabriel Moreau convirtiera a Elizabeth en un peón. No era un simple capricho suyo; había encontrado una grieta, una ventaja para inclinar el juego a su favor y destruir a mi familia desde dentro. Eso debía evitarlo a toda costa.
Y ahí estaba Jonathan aguardando mi orden. Inmóvil. Atento. Como si contuviera el aliento mientras yo evaluaba mis alternativas. Finalmente, mi voz rasgó el silencio.
—Mencionaste que Gabriel Moreau visita a una mujer. Averigua todo sobre Caroline Foster: familia, amistades, a qué se dedica. Quizá ella sea la puerta para destruirlo.
Tal vez, en su obsesión por sostener su fachada, Gabriel había descuidado un detalle. O alguien cercano a esa mujer fuera sobornable.
—Veré qué puedo encontrar sobre ella. ¿Algo más, señora? —preguntó Jonathan, impecable.
—Sí. Acércate a la asistente de Henry Beaumont. Lleva años t