LILLIE
Su vista se desvía hacía mí provocativo escote, y con eso me doy cuenta que mis pechos están muy pegados a su pecho firme, el arquea una de sus cejas, y sonríe elevando la comisura de su labio, sin dejarme reaccionar rápido.
— ¡Pero qué está haciendo! — lo empujo hasta lograr alejarme de él, mientras me cubro los pechos con los brazos.
No sé quién es este sujeto que se ha quedado idiotizado viendo mis pechos con un descaro y picardía.
¡Es un imbécil!
Después de que me aparto, él levanta las manos en un modo rendido con una sonrisa burlesca, parecía divertirle algo. Sin dejar de verme se acercó de nuevo hasta mí con una postura arrogante, que lo hace ver más atractivo.
Qué tonterías pienso, estoy volviéndome loca.
— Molto bello — ladea una sonrisa y en su mejilla se marca un hoyuelo dándole un toque más lindo.
Lo observo en silencio, detallando todo su perfecto rostro. Puede ser que no haya entendido lo que quiso decir, pero mi enojo regresó, no por eso si no porque su estú