Solitaria, amarga, triste y fría es la vida de Rosaura Swift, una joven de 22 años de edad que ha sido dada como método de pago de una deuda de su padre al gran prestigioso Rubén Maglot, uno de sus supuestos amigos con el que frecuentaba estar su padre y quien era como un tío para ella, sin embargo nada de eso cambia el hecho de que estaba siendo dada a la familia Maglot como el pago de una mala apuesta de su ambicioso padre, sin saber que su destino la llevaría a la vida de Emmanuel Maglot, el hijo único de la prestigiosa familia Maglot. Llevando a si a Emmanuel a un matrimonio que no acepta y a Rosaura a la desdicha de ser nuevamente rechazada por el hombre que a amado desde muy joven. Con una promesa vacía y la esperanza del final de un contrato, Rosaura y Emmanuel se verán en medio de una desdicha enviciando el final del acuerdo que los mantiene atados al uno con el otro. A pesar de que el destino está escrito, las decisiones de Rosaura la llevan a intentar liberarse del yugo que la oprime y del sufrimiento en el que vive, ella está dispuesta hacer todo lo que está en sus manos para que su esposo sea libre, incluso si su felicidad depende de su vida, así será. Sin importar las consecuencias, Rosaura intentará de todo por desaparecer de la vida de Emmanuel, hasta que una noticia la hace recapacitar sobre sus acciones y pone en duda todo lo que antes creía. Rosaura se enfrenta a su verdadero destino, el pasado regresa, llevándola a enfrentarse nuevamente a su presente el cual está a punto de cambiar por completo ante la insistencia de Emmanuel de no dejarla escapar está vez.
Ler maisCapítulo 1.
Desolación. *Flashback* Meses después. En la habitación de un hospital, Rosaura despierta sintiéndose cansada y muy adolorida. Está desconcertada por lo sucedido mientras observa en silencio a un hombre vendar su pierna y a una mujer insertar medicamentos por una vía en su brazo hinchado. — Está despierta…—exclama la enfermera, llamando la atención de su jefe. — Señora Swift, ¿puede oírme?— Rosaura asiente un poco perturbada. — Señora Rosaura Swift, soy el doctor Alberto Fronx del hospital norte, usted ha sufrido un accidente, ¿puede recordarlo? Rosaura se siente un poco desorientada, pero cae en cuenta de inmediato. — ¿Un accidente? Doctor, ¿mi bebé? ¿Cómo está mi bebé, doctor? El hombre confirma que sabe sobre el embarazo y que no está tan perdida como imaginaba. —Su bebé está fuera de peligro, logramos salvarlos a ambos, usted ha sufrido varias lecciones…—Una enfermera llega para dar una información, interrumpiendo las explicaciones del doctor. — Disculpe, señor, afuera hay un hombre que asegura ser el esposo de la señora, dice que se llama Emmanuel Maglot. Al escuchar su nombre, Rosaura empieza a temblar, teme por la vida de su bebé, lo que la pone ansiosa. — ¿Lo conoce, señora Swift? —¿Puede confirmar que es su esposo?— Rosaura empieza a llorar descontrolada. — Doctor, necesito su ayuda, debe ayudarme, le pido por favor que no le diga nada del bebé, se lo ruego, él no quería ser padre, yo…yo voy a divorciarme. Le pido que si él le pregunta, dígale que el bebé murió, por favor, dígale,doctor, que perdí a mi bebé… *Fin del flashback. *Meses antes. Era una fría noche de invierno; la fuerte brisa sacudía los ventanales, haciendo rechinar los vidrios que apuntan a romperse como el cálido y débil corazón de Rosaura. En este instante se ve sola y afligida en estas cuatro paredes tormentosas de su habitación; las luces apagadas le permiten ver con más claridad hacia la entrada con los ojos empañados de lágrimas en la espera de su esposo, anhelando su regreso. Ella está ahí, abrazada a sus piernas sobre el sofá junto a la ventana; la fría noche eriza su cuerpo cansado de tanto ordenar su hogar, ansiosa por ocupar su mente de los pensamientos que la abundan. Esta noche se cumplen 2 años de matrimonio con su esposo, el gran y prestigioso Emmanuel Maglot, el hijo del gran adinerado alcalde Rubén Maglot. Quien llegó a la vida de Rosaura al ella convertirse en el método de pago de una deuda pendiente de su padre, Andrés Swift, fue su mejor amigo y el padrino de Rosaura, Rubén Maglot, con la finalidad de convertirla en la esposa de su único hijo, lo que se suponía que sería la liberación para la vida de Rosaura de la opresión de su padre, una liberación que trae felicidad para unos y tragedia a la vida de Rosaura. Ella siempre había amado a Emmanuel en silencio desde que era una adolescente, pero su esposo creía que todo eso era una conspiración de la familia Swift, una más de las interminables maniobras de control de su padre sobre él. Por eso en su matrimonio siempre despreciaba y amenazaba a su esposa, tratándola como a otra sirvienta de la casa. Rosaura se vio obligada a enfrentar los severos abusos de su familia política, siendo devorada por las tareas domésticas que no dejaban espacio para nada más. Rosaura, con el corazón ardiendo de dolor, se levanta del sofá y va hacia el comedor, donde está la mesa puesta e intacta como la ha ordenado para esta noche, dudando si debería recalentar todo para su esposo, que probablemente no volvería a casa. Las órdenes de Emmanuel eran claras: “Independientemente de si vuelvo o no, mi comida debe estar caliente, fresca y deliciosa”. Requisitos tan irracionales como este Rosaura los había cumplido estrictamente hasta el día de hoy. En esta Nochebuena, todos, excepto ella, celebran felices en la mansión Maglot, ya que entre los invitados se encuentra el amor de la vida de su esposo, la talentosa modelo y actriz profesional de la industria del entretenimiento italiano, Vanessa Fontier. Su belleza y talento hacían que todos se deslumbraran con su presencia, opacando la poca atención que Emmanuel le dedica a Rosaura. A solo un mes de haberse casado, la aparición de Vanessa hizo que Emmanuel se volviera loco nuevamente por ella. Llevando a Emmanuel a anhelar el día en que su contrato termine, ya que la condición más importante de su contrato no se ha cumplido: la promesa de un heredero ha quedado vacía, ya que él y Rosaura han estado íntimamente solo en tres ocasiones, la noche de su boda y en dos ocasiones más en las que él ha llegado ebrio. Sin embargo, a pesar de sus intentos, Emmanuel se aseguraba de que ella tomara la píldora anticonceptiva de emergencia para evitar que quedara embarazada. Ella había intentado rechazarlo, pero su esposo simplemente le apretaba el mentón con fuerza y, con tonos fríos y llenos de odio, la colmaba con palabras hirientes: “Tú jamás serás digna de llevar a mi heredero; Vanessa es la única mujer que merece llevar un hijo mío en su vientre”. Los recuerdos para Rosaura son como puñales afilados que se incrustan en su corazón. Con dolor recoge la mesa y guarda la comida, volviendo a su habitación para tomar una ducha; necesita borrar las huellas de sus lágrimas. Una Navidad más lejos de su familia en Orlando, una Navidad más sola, extrañando el olor del tibio chocolate que su nana hacía para ella y que ahora quizás lo hace para la nueva familia de su padre, ya que ella ha pasado al olvido para él. Cada una de las personas que tenía a su lado la han abandonado; ella se encuentra sola en el mundo, siendo siempre rechazada, nunca amada. Las gotas de agua no pueden aliviar su dolor. Sale de la ducha para cambiarse, acomodándose en la cama para juntarse crema en el cuerpo, ajena a la llegada de su esposo, quien llama su atención ante sus pocos movimientos hacia ella. — Joven…—expresa tratando de cubrir su hermoso cuerpo con su cabello mientras le baja la cabeza temblorosa.— Lo siento, no lo escuché llegar.Capítulo 106. Fin. Emmanuel la toma en sus brazos muy feliz, la sostiene dándole un intenso beso. —Me haces muy feliz, ¿lo sabes? —Lo sé. Te amo. —Yo a ti, cariño. —Felicidades. —Todos se aproximan para felicitarlos, la noche se torna alegre y la celebración da inicio con una exquisita cena y un brindis. —Ese imbécil se atrevió a tocarte, pudo lastimarte. —Exclama Emmanuel disgustado—. Pudiste perder al bebé. —Pero no fue así, mi amor, estoy bien y ahora solo quiero que el juicio llegue y que todo termine. —¿Qué pasará con tu hermano, hija? —pregunta Dayanira. — Tiene a su mamá y creo que así como yo tuve que luchar un tiempo sola y sin recursos, ella tendrá que buscar un trabajo para cuidar de él; se tendrá que acostumbrar a su nueva vida y que nadie la va a mantener, así de simple. Solo deseo preocuparme por mi familia y dejar el pasado atrás. Sin duda, Rosaura ha madurado y ha tenido que hacerse fuerte por su familia, demostrando a Emmanuel que ella
Capítulo Fin Parte dos. Un año y medio después. Tras meses llevando el control, parece que todo ha vuelto a la normalidad. Rosaura y Emmanuel han empezado una nueva vida y, aunque a muchos no les guste, ellos permanecen firmes. Es un imperio en progresó, lo que requiere de mucha ayuda, por ello Vincent se hace cargo de algunos negocios en Inglaterra, dejando al frente a Tamara, a quien vigilan constantemente, ya que para ella ha sido un shock saber la muerte de su madre y luego la de su verdadero padre, simplemente está sola y solo tiene a Emmanuel, aún así ha tenido que batallar con la mentira que su madre mantuvo por años, los engaños, toda una información que simplemente tuvo que procesar, ama a su hermano, pero también le teme, ese vínculo que solían tener se rompió, el amor que tuvieron está en juego, aún así, ella hace todo para que él se sienta orgulloso, y Emmanuel simplemente le da las oportunidades que se merece, mientras la mantiene alejada de su esposa e hijos, jamás
Capítulo 104. Fin. —Puja Rous, puja. —Eso hago, pero no puedo más, estoy muy cansada—dice agitada. —Su presión está subiendo, debe tenerlo ya—afirma la enfermera. —Vamos, cariño, vamos, tú puedes, este contigo, solo un poco más, un poco más y estará terminado. —Estoy muy cansada, Emmanuel, no puedo. —Si puedes, te prohíbo darte por vencida. Tú vas a tomar aire, pujarás una última vez y lo vas a traer al mundo. No puedes fallarme, Rosaura, no puedes fallarle a nuestro hijo. Demuéstrame lo que eres capaz de hacer por mí. Rosaura toma valor, aprieta su mano y, frunciendo el ceño, puja con todas sus fuerzas. —Ahí viene, ahí viene Rosaura. —¡Mmm! —Roja, casi sin aliento, con los niveles subiendo, Rosaura puja con todas sus fuerzas, hasta que escucha el llanto fuerte y claro de su hijo. —Ya nació Rous, está aquí, tú, Rodrigo. Rosaura descansa, sonríe feliz, aunque muy débil. —Ya está aquí, está aquí, cariño, buen trabajo, buen trabajo, cariño. —Bestia, así no se l
Capítulo 103. Regreso. Emmanuel la mira muy agitado, su expresión cambia a frialdad, está expuesto ante ella, desarmado, no es la primera vez que hace algo así, que las pesadillas lo atacan, por eso no se había quedado con ella antes. Ahora él es su peor enemigo, la partida de Vincent a Inglaterra ha sido más fuerte de lo que esperaba, se siente solo, lidiando con la carga en sus hombros de todas las muertes que tiene en sus manos. —Ya lo sabes, no tengo que responderte. —¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? ¿Para dañar nuestras vidas? ¿Es así como quieres sobrellevar las cosas? —Lo hago lo mejor que puedo, mis razones son claras; hay cosas que prefiero reservarme para mí. —¿Por qué? Respóndeme, Emmanuel, ¿por qué? —Porque Vanessa fue quien te atropelló, ella fue la culpable de que tú te fueras, por eso, mi mamá, no sé si puedo llamarla así, cuando ella fue quien mató a mi padre, tenía un amante. Incluso Tamara ni siquiera es hija de mi papá; yo hice lo que tenía que hacer.
Capítulo 102. Proceso. Todos se reúnen en el comedor para una cena entretenida, donde conocen más de Emmanuel, de sus trabajos. Se hace más tratable; esta vez no lo juzgan, solo dejan que todo fluya. Aunque no es muy expresivo, es cerrado para los sentimientos y poco platicador, aún así puede llevar una conversación grata. Al terminar la cena, Rosaura lo acompaña a la salida, donde espera para despedirse de él. —Gracias por quedarte esta noche, Emmanuel. — Vendré mañana, intentaré quedarme una semana cada vez que venga. ¿Te gustaría ir al cine mañana? —¿Al cine? —pregunta con una ligera sonrisa. —Si no quieres, no pasa nada. —Descansa. —Emmanuela le da un beso en la frente y ella lo toma de la mano. —Sí quiero ir al cine contigo, Emmanuel. —Sí, sí, debí estudiar psicología, soy muy buena en esto. —De codo, Dailen hace reír a Rosaura. —Ella… a ella le falta un tornillo. —Solo falta que le digas adiós, Bestia, y él te diga buenas noches, mi bella, fin del mun
Capitulo 101. Acuerdo. *Semanas después. Rosaura está desecha, han sido días largo, llenos de incredulidad, le ha dado un golpe que ella no esperaba, ella a pesar de todo, jamás le pidió el divorcio, pero él, simplemente hizo todo aún lado y siguió si camino, olvidándose de ella. —Rosaura cariño, hay cosas que no te hemos dicho, por miedo a que te alteres.— dice Dayanira preocupada. —Ya nada puede hacer que me sienta peor mamá. —Rosaura, hija, tu esposo me envió estos documentos a la empresa, como abogado los revise y nos dimos cuenta que has firmado un acta de compromiso y solvencia, dónde él te deja el 70% de sus bienes en común, junto a los derechos de una corporación, la Corporación Maglot, además del 50% de la empresa Maglot. Rosaura enfoca a Igaldo muy seria. —¿Qué dijiste? Yo no quiero nada de eso, no quiero su dinero, Igaldo, ayúdame, no quiero nada de su dinero. —Escucha hija, debiste ver lo que firmaste, ¿Por qué no me llamaste? Hubiera mediado en esta s
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