Alan me observó y sonrió ante mis palabras.
- Solo quieres verlo ¿No es así?
- ¿De qué hablas? Claro que no es así. Las cosas entre él y yo ya fueron todas dichas… yo jamás podría estar con alguien que me daña como él lo hizo. A parte, ya llevo más tiempo fuera de lo que duró nuestra relación…
- ¿Estás segura de haberlo olvidado y rechazado en tu corazón? – puso sus manos en mis mejillas y me miró fijamente - Porque no me perdonaría el permitirte verlo y que te hiciera daño otra vez.
- Te lo aseguro, Alan. No tienes qué temer
- Ayla… él escogió a una Luna – observó mi reacción… yo le devolví una expresión de calma.
- Ya lo sabía…
- ¿Cómo? ¿Quién te lo dijo?
- Ese día que fui hasta allá y él rechazó nuestro vínculo, él dijo que iría al Bar a terminar con todo lo que nos unía. En un principio no comprendí a lo que se refería, sin embargo, al pasar los días, lo supe.
- ¿Tu sabes de quién se trata?
- Creo que sí lo sé – recordé a la chica del bar.
- Bien… pues es tu decisión.