Me quedé junto a ella. La llevé al sofá de la sala de estar, le di de comer y la acompañé durante todo ese tiempo. Su mente parecía estar en otro lugar. Luego de cuatro horas de esperar, llegó Beta Sirius junto a Violet, las cosas entre ellos eran algo extrañas, notaba demasiada familiaridad, siento que me perdí de algo importante allí; sin embargo, en ese momento, lo esencial era saber que ocurría con Ayla. Violet se acercó a ella y le habló.
- Ayla… que alegría que hayas despertado – le dijo Violet con mucha felicidad, Ayla la miró con una sonrisa distraída.
- Violet, yo estoy muy bien… solo algo cansada supongo. Estoy muy feliz…
Violet analizó sus movimientos e inspecciono en su interior. Nos miró y sonrió.
- Aun no pueden verlo ¿Verdad? – dijo la joven loba
- ¿A qué te refieres? – pregunté, Violet tuvo tentación de risa.
- Alfa Lucien… No te despegas de ella ni un segundo, ¿Y aun no conoces a Alira?
Sus palabras me dejaron boquiabierto. Observé a Ayla, que me miraba con una son