—¡Cariño! —Matt llama a la puerta y abro de inmediato.
—Me estaba poniendo algo decente. —Me encojo de hombros.
—Adoro cómo te quedan mis camisas, ¿por qué te la quitaste? —Sonríe y deposita un beso sobre mis labios—. Te ves mejor hoy.
—Eso creo... —Me acomodo un mechón de cabello y beso su mejilla.
—Derek está abajo, vino con las niñas. —Me mira dudoso y con un semblante preocupado—. Si no quieres verlos aún se lo diré y...
—Está bien, está bien. —Agito las manos y asiento—. Yo quiero conocerlos, lo he deseado desde hace tiempo.
Él sonríe.
—Eres muy fuerte, mi hermosa.
Pone un brazo sobre mis hombros y caminamos así, abrazados. Por fortuna también soy alta y puedo abrazarlo sin tener que empinarme.
—Buenos días... —Me aclaro la garganta.
Miro hacia el frente, rápidamente ubico a un hombre, una chica y una linda bebé que balbucea. Un poco nerviosa me acerco a ellos. El hombre que ahora sé que es Derek, no aparta su mirada de la mía, sus ojos se ven enrojecidos y espabila en reiteradas