Fabio observaba a su equipo desesperado tecleando, intentando el acceso al sistema de la sede de Nueva York.
–No puede ser, no ha habido ninguna notificación de cambio de sistemas.
–Pues eso es precisamente lo que ocurre, Nueva York ya no es compatible con Roma.
–Lo cual es absurdo porque una empresa no debería tener sistemas incompatibles.
En su irritación Fabio le marcó a Tiberius.
–Fabio, estoy en una reunión.
–Lo sé, quería participar, enterarme de lo que está pasando y no tengo acceso.
–Ni lo tendrás, esta reunión es única y exclusivamente para tratar asuntos de Nueva York, la división de Evana no tiene nada que ver.
Fabio resopló, pero no pudo refutar el argumento, ya que Tiberius dijo claramente la división de Evana, eso ponía una línea bastante definida que no podía cruzar por los métodos convencionales.
En Nueva York, Tiberius se quedó unos segundos en silencio mirando su teléfono, lo que llamó poderosame