Logan y Natalia también vieron a Rebeca y Cristian.
Natalia permaneció impasible, con una expresión indescifrable, mientras que Logan les saludó con un gesto de la cabeza.
Rebeca y Cristian fingieron no darse cuenta.
Marcos, al ver que Logan había llegado, sonrió y se acercó a él.
—Logan, ¿subimos?
El joven asintió con la cabeza.
Al ver cómo se alejaban, Cristian esbozó una sonrisa burlona.
—Ni siquiera se han divorciado todavía y los Mena y Rojas ya están actuando con tanto descaro. No puedo imaginar lo arrogantes que se volverán cuando se divorcien. Sin Tylerty, sin el profesor y sin mí, ¡probablemente te acosarían hasta la muerte!
Rebeca apretó los labios, aún en silencio, cuando llegaron Israel y Wendy.
Logan, los Mena y los Rojas fueron recibidos por el gerente del restaurante, y los saludos los retrasaron un momento.
Mientras se preparaban para tomar el ascensor, vieron por casualidad a Rebeca y los demás.
Pudieron ver que Wendy había tomado la mano de Rebeca por iniciativa propi