Rebeca le ignoró y Logan no dijo nada más.
Romeo salió del otro lado del aparcamiento y al verles se dirigió hacia Rebeca.
—Buenos días.
Rebeca asintió: —Buenos días.
Romeo hizo una pausa y se volvió para saludar débilmente a Logan: —Buenos días.
Logan sonrió: —Buenos días.
Logan había venido para hablar de una asociación.
Como persona importante en la empresa, Rebeca debería haberlo atendido calurosamente.
Pero después de saludar tanto a Rebeca como a Logan, se dio cuenta de que ella no se giró para hablar con Logan y se limitó a seguir caminando, sin intención alguna de recibirlo.
¿Acaso Rebeca trataba así a Logan por su relación con Natalia?
Pensando en esto, volvió a mirar a Logan.
Incluso después de haber sido tratado así por Rebeca, no notó que Logan estaba enojado.
Romeo no dijo nada más.
Los cuatro entraron en el ascensor en silencio.
En el ascensor, Romeo estaba de pie junto a Rebeca.
Llevaba tacones altos y con un ligero maquillaje estaba muy guapa e impecable.
Romeo la mirab