—¡Joder!
Violeta se enojó más al instante y quiso ir a despedazar a Natalia de inmediato.
—Es solo la hija de una amante, y encima ella también es una amante sinvergüenza, ¡de qué está tan orgullosa! ¡¿Se cree una rompecorazones de verdad?! Yo creo que no es más que un pedazo de mierda, ¡puaj!
Rebeca le sirvió otro vaso de agua y preguntó: —¿Rompecorazones?
—Como dijo Borja Maurer, el amigo de Harry, los jóvenes tontos de su círculo están de alguna manera fascinados con ella, y ahora todo el mundo dice que es una rompecorazones, ¡de esas que gustan a todo el mundo!
Violeta seguía murmurando: —Vale que esos inútiles dijeran eso, pero incluso Logan y Harry...
Violeta volvió en sí, recordó que Rebeca se sentiría mal al escuchar eso, y se sobresaltó: —No, Rebeca, yo solo...
Rebeca negó con la cabeza: —Estoy bien.
Desde su infancia, cuando José, Laura, Alejandra y otros mostraban su favoritismo hacia Natalia, hasta en estos últimos años, cuando Logan se enamoró de ella a primera vista y Car