Emocionada, después de las ovaciones de los presentes, en su mayoría habitantes de la isla caribeña, bajé del escenario, deparando en Rosa, quien aplaudía contenta, parada frente a la puerta principal del salón.
- ¡Viniste! - exclamé feliz.
- No podía perderme el evento - y riendo agregó - soy la protagonista de la historia.
- Cierto - respondí feliz por su presencia -.esto significa mucho para mí.
De repente, una extraña visión nubló mis ojos y mis pensamientos, borrándome la sonrisa de mi cara, seguí con la vista su recorrido, se veía diferente, tan rubia, con el cabello más corto, pero era ella, estaba segura.
- ¿Qué pasa? - preguntó Jerry, quien ya se encontraba a mi lado, debido a su capacidad para percibir mis emociones.
Lo miré con una expresión de horror en mi semblante.
- ¿Qué pasa? - volvió a preguntar.
- Isabel - balbuceé.
- ¿Qué? ¿Dónde? - interrogó mirando hacia todos los rincones del sitio.
- Detrás de aquella columna - dije señalando desesperada -