Corrí el cuarto de aseo, donde me sentí morir, el malestar se adueñó de mi cuerpo, debilitándolo.
  - Señorita -  llamó la dueña de la vivienda, desde el otro lado de la puerta - ¿Está bien?
  Salí, después de haberme salpicado con agua el rostro. Tenía una enorme sensación de desfallecimiento. La palidez de mi cara, la llevó a dirigirme hacia el salón del recibidor, por los síntomas, casi tenía la certeza de estar esperando un bebé  ¡Cuántos sentimientos encontrados!
  - ¿Se encuentra mejor? -  preguntó preocupada.
  - Tranquila, estoy mejor - dije suave - es solo que...
  - ¿Estás embarazada?
  - Al parecer....no sabía...
  - ¡Oh! ¡Dios! - exclamó emocionada - dime que quieres tenerlo, por favor.
  ¿Tener a mi bebé?  recordaba la tristeza que me embargó cuando, al notar el sangramiento, supe que había perdido a mi hijo. Claro que quería tener al fruto de mi amor con Jerry, quizás era la motivación que buscaba y el mejor regalo de mi vida.
  - Claro que voy a tenerlo - afirmé y ell