AVRIL STEEL
Caminé por las calles, nada en la ciudad parecía diferente o extraño. Era como si nada hubiera cambiado, hasta que me planté delante de ese enorme edificio de oficinas. Cuando lo vi junto a Derek, solo íbamos a rentar unas cuantas, para comenzar nuestro proyecto, pero ahora parecía que pertenecía a una enorme empresa.
—¿Presidenta? —preguntó el hombre de la entrada, acercándose a mí con emoción contenida—. ¿Es usted?
—¿Presidenta? —inquirí confundida.
—¿Por fin regresará a trabajar? ¡Qué gusto volverla a ver! —exclamó emocionado y más trabajadores se le unieron.
Entré al edificio con curiosidad, era lindo que todos me recibieran con tanta alegría y halagos. Llegué hasta el último piso y me dirigí por