Mundo ficciónIniciar sesiónYona terminó de guardar sus cosas dentro del bolso, respirando hondo para mantener la calma. Aún tenía el estómago revuelto y el pecho algo irritado después del incómodo encuentro con Sebastián. No entendía por qué se comportaba así.
¿Por qué esa frialdad? Aunque siendo honesta con ella misma, ella también se comportaba así con él, pero…Lo que más le molestaba era que todo parecía tener relación con la nueva practicante.—Los hombres son tan… patéticos cuando quieren impresionar a una chica —murmuró entre dientes mientras apagaba su computadora.Sacudió la cabeza, tomó su bolso y salió de la empresa. Ya en la calle, caminó hacia el paradero donde tomaría un taxi, buscando su billetera dentro del bolso para tenerla a la mano. Metió la mano una, dos, tres veces… nada.—No, no, no… ¿Dónde está? —revisó todos los compartimentos, incluso los que nunca usaba.— ¡Ay, maldita sea! —explotó, dando un fuerte pisotón en la vereda






