Llevaba una semana observando desde lejos, al parecer todos estaban perfectamente bien, hoy sábado decidí presentarme a la fiesta del niño. Me puse vestido negro pegado al cuerpo tacones dorados y accesorios de oro, Luke me los había regalado antes de partir o al menos eso imagino porque no tenía colilla.
— Buenas noches ¿la fiesta de los Caine?
— Sofía. — Asentí.
— Soy Pablo — Dijo con alegría.
— Me alegra verte así con un puesto de bajo nivel para tu gusto.
— Sof... —Le di una cachetada.
— ¿En dónde es la fiesta? —corté todo intento de conversación para hacerle saber que no era grato para mí.
— La tercera puerta, aquí, tu antifaz.
Me fui sin agradecer y me acerqué a la puerta todos lucían amplios antifaces negros y el mío er