Dos días habian pasado desde que Amelia vivia en la mansión, desde que llegó no había hablado con James sobre la situación, la verdad lo estaba evitando.
En las mañanas se levantaba temprano, se arreglaba para ir al colegio y se escabullía en la cocina para recoger comida y poder llevar, no se quedaba a desayunar, pese a que sabía que él a esa hora ya estaba despierto porque la señora de la cocina se lo habia dicho el primer día.
Pero queria evitar toda conversacion, aún no estaba lista para afrontar todo esto. Así que para ella lo mejor era evitarlo, llegaba de la escuela, comía rapido en la cocina y se encerraba en su cuarto.
Y James sabía todo aquello, que ella lo evitaba a proposito, pero prefería darle su espacio. Entendía que toda la situación debía ser estresante para ella, más porque la sacó de su hogar y la trajo aquí, así que esperaría que ella estuviera lista para acercarse.
Lo unico que lo calmaba, era que al menos ella no habia puesto objeciones sobre los guardías que anda