Lo que una vez fue una asignación se convirtió en algo mucho más... complicado.
—Tengo que ir a trabajar —le dijo, besando su pecho mientras se sentaba. Él asintió, pasando sus dedos por su cabello mientras él también se sentó, liberando a regañadientes su agarre sobre ella—. Y tú también tienes trabajo que hacer hoy, Alfa.
Le guiñó un ojo.
Sonrió mientras la veía deslizarse fuera de la cama, completamente desnuda y sin vergüenza. Estaba acostumbrada a que él viera su cuerpo así, así que caminaba desnuda a su alrededor todo el tiempo, lo cual no le importaba en lo más mínimo.
Se levantó de la cama también, y tomó su mano, tirándola hacia el baño con un guiño juguetón.
—No antes de que nos duchemos —bromeó.
Ella se rió mientras le permitió tirar de ella a la ducha, donde no solo se lavaron el uno al otro, sino que también tuvieron otra ronda.
Para cuando terminaron, estaban sin aliento y riéndose, incapaces de separarse el uno del otro. Eventualmente tuvieron que ir a sus trabajos respe