—¿Las rechazaste? —le pregunté.
Sus ojos brillaron con algo que no pude descifrar del todo.
—Por supuesto que lo hice —respondió—. ¿Pensaste que iba a ligar mujeres mientras estaba aquí?
Me encogí de hombros.
—No lo descartaría de ti —admití.
—No soy tan cabrón —murmuró, viéndose casi ofendido.
—Debatible —lo molesté.
—¿Dónde está Irene? —preguntó Sammy, echando un vistazo alrededor del espacio.
—Baño —respondió Nan, aún evitando la mirada de Chester.
Fruncí el ceño mientras yo también miré alrededor.
—Ha estado ahí por un rato —dije, notando la hora—. Tal vez no puede encontrarnos. Iré a buscarla.
Me levanté y Chester también se levantó.
—Iré contigo —dijo un poco demasiado rápido.
Sabía que solo necesitaba algo de espacio de Nan, y esta era su manera de conseguirlo. Asentí y le hice una seña para que me siguiera.
Nos abrimos paso entre las multitudes de gente y hacia el pasillo apartado que llevaba al baño. Mientras nos acercábamos al pasillo, mis sentidos empezaron a captar algo y m