—¿Papá? —escuché a Irene diciendo mientras se acercaba.
Eran las 9:30 ahora.
Cuando la miré, vi que sus ojos estaban hinchados, y su labio inferior temblaba. Me levanté de mi asiento y caminé hacia ella. Tenía su equipaje en la mano, y Matt estaba parado detrás de ella con su propio equipaje.
Quienquiera que haya lastimado a mi niña iba a morir.
—¿Qué pasó? —le pregunté mientras se envolvía en mis brazos, la humedad de sus lágrimas empapando mi camisa.
—¿Podemos hablar en el camino al resort? —sollozó.
Asentí, controlando mi temperamento.
Matt me sonrió mientras le acaricié el cabello con mi mano.
—¿Podré ver a Judy en acción? —preguntó, sus ojos llenos de emoción.
Me reí.
—Sí —le dije.
Hizo un puño en el aire, la emoción consumiéndolo. Siguió y siguió sobre cómo había estado viéndola en TV a través del servicio de streaming y estaba emocionado de verlo en persona.
Todo el tiempo, Irene estaba perdida en pensamientos, mirando por la ventana mientras manejábamos hacia el resort.
—Entonc