Camila
Verlo aquí frente a mí, solo me comprueba una vez más las cosas, siempre él es quien tendrá todo el control sobre mi.
Me acomodé rápidamente, tenía miedo de que aprovechara en estos momentos mi vulnerabilidad y me ahorcara, me estrangulara… que me dejara sin respirar.
—Y bien no me vas a saludar como es debido —menciona al mismo tiempo que se acerca.
Me toma de las mejillas con fuerza y luego me besa.
—Extrañaba tus besos… puede que para ti haya sido un periodo corto lejos de mí, pero para mí fue una eternidad —dice. Paso saliva, su cinismo es mucho mayor.
—No estaría así si no fuera por ti, —él bajó la cabeza y luego negó haciendo un sonido con su boca.
—Te equivocas amor no estuvieras, así no son las cosas, si no te hubieras metido en el medio en estos momentos no estarías así.
—¿Qué estás haciendo aquí? Estoy recuperándome… al menos por unos días podrías dejarme tranquila —espeté.
—Amor no me digas eso, no te imaginas que me estoy enloqueciendo por no poder hacer nada