Un desliz peligroso...
Los siguientes días para Eleanor fueron tristes, aunque se concentraba en su trabajo, había momentos en que los recuerdos de su padre le inundaban su cabeza y sus ojos se entristecían, pero solo eran segundos, luego sacudía su cabeza, tomando el control de sus pensamientos y emociones.
Poco a poco se fue acostumbrando a la ausencia de su padre, lo extrañaba muchísimo, pero hacía acopio de su valor y fortaleza y salía a relucir la mujer de negocios; implacable y decidida a llevarse al mundo por delante con tal de lograr sus objetivos.
Habló con su madre para que se viniera a vivir con ella, pero Alexia prefería su casa e independencia, aún era una mujer joven y también movía negocios y se enfocó por completo en su trabajo para vivir más calmada con la ausencia de su esposo Alfred.
Eleanor se movía alrededor del mundo con los negocios y los proyectos que tenía en mente para mantenerse activa y ocupada, no permitiendo que nada la sacará del enfoque planteado.
Ya tenía más de quince años