Salimos del apartamento y subimos a la limusina. Victoria se ve tensa e indecisa. Espero que con este viaje pueda mejorar la situación entre nosotros. La entiendo, sería un grandísimo cabrón si no entendiera su punto de vista. Enfrentarse a una situación en la que tu amor está comprometido entre dos personas, no es algo sencillo de sobrellevar, sobre todo, si la balanza comienza a inclinarse hacia el lado más inesperado; el mío.
―¿Te sientes bien, cariño?
Gira su cara y me mira pensativa.
―Sí, Ethan, estoy bien ―se relame los labios con nerviosismo―, es solo que esto fue súbito y repentino ―me explica―. No me esperaba que, con tan poco tiempo en esta empresa, a los pocos días estuviera subiendo a un avión para viajar a otro país.
Estiro mi brazo para tomar su mano y entrelazarla con la mía. Ella baja sus ojos y observa el gesto. Las llevo hasta mi boca y beso cada uno de los nudillos de sus dedos finos y largos.
―Mi primera vez en esta empresa, fue algo traumático.
Me observa con