Reviso la cartera y busco cualquier documento que contenga la información que el doctor está requiriendo. Veo con fascinación todos los objetos que hay dentro de su bolsa y sonrío como un puto tonto por la cantidad de objetos innecesarios que lleva en el interior. Niego con la cabeza. Las mujeres son un complejo paquete de infinitas contradicciones. Meto la cartera debajo de mi brazo y regreso a la clínica con una enorme sonrisa dibujada en mi boca.
Después de finiquitar con la administración el asunto con el seguro, me dirijo a la habitación donde ha sido trasladada Victoria. La mantendrán bajo observación por algunas horas, pero la darán de alta una vez que descanse y se recupere.
Al ingresar a la habitación, la encuentro dormida. Me acerco y me detengo a un lado de la cama. Se ve tan pacífica, nada que ver con la mujer de carácter y fuertes convicciones. El médico me ha dicho que es solo cuestión de tiempo para que despierte. Le han colocado un calmante para mantenerla sedada. Est